Aprovechamos nuestra fiesta de mayo para someter al tercer grado a Ángel Arlandi. Aparece en la sala elegantemente vestido, acompañado de su nueva banda. Tenemos algo de tiempo para el interrogatorio antes de la actuación, aunque conociendo al bueno de Ric no sé si nos dará tiempo a sacarle todo. Un par de copas seguro que nos ayudarán. Comenzamos.
P – Me gustaría saber cómo te has metido en esto.
R – Musicalmente todo comenzó de una forma algo simple. Digamos que el rock & roll siempre estuvo en mi vida de alguna u otra forma, de tal manera que se hizo natural en mí el poder distinguir su música del resto, aún no sabiendo todavía su nombre…
P – Danos datos ¿cuándo, cómo?
R – Allá por el 1990, una vez que estaba empezando a integrarme en el Rockin’ Way of Life de Málaga, empecé a tontear con el sintetizador de mi hermano, pero la paciencia y el desconocimiento de la técnica me empujaron a su guitarra. Cogiendo de éste y aquel algunos acordes, ritmos y notas y cruzándolo con amigos con los mismos recursos, gustos e intereses, conseguimos sacarle algo de sonido a los «Rockabilly Boogie«, «Blue Suede Shoes«, «Teddy Boy Boogie«… completándose el repertorio «jukebox» al que tan humilde existencia éramos capaces de aspirar.
P – ¿Es entonces éste tu primer grupo?
R – Sí, bueno, montamos el grupo con cuatro cacharros prestados, improvisados o reinventados, véase crucetas de perchas como baquetas, micros de magnetófonos o guitarras con cuerdas tan oxidadas que corrías el riesgo de pillar el tétanos sólo con oírlas sonar… Una vez montado un repertorio y apadrinado por los míticos «Raw Deal» de Málaga, le echamos valor y bajo el nombre de MA-50’s nos hicimos un bolo de pocas canciones teloneando a nuestros a nuestros amigos. Y ahí empezó todo para mí. P – ¿De dónde viene el nombre MA-50’s?
R – Lo cogimos de la matrícula de un póster pintado por el artista Micky en un bar. No eran tiempos felices para nuestra música en Málaga, donde los militantes éramos pocos. Procedíamos de ambientes complicados y no solía haber mucha paz, la información era escasa y patrimonio exclusivo de unos pocos afortunados. Con eso y mucha actitud íbamos tirando para hacer canciones, concretar estilos e ir rellenando los huecos de lo que ignorábamos, con más imaginación que recursos.
P – Y luego vendrían más formaciones.
R – Haciendo un repaso rápido sobre mis bandas (teniendo en cuenta que son unos 20 años de actividad) se encuentra inmediatamente después WINKLE-PICKERS, donde coincidimos con los que posteriormente fueron la base rítmica de los poderosísimos Toxic Womb, haciendo durante un par de años incontables bolos a lo largo de la Costa del Sol. Hasta entonces era el cantante y guitarra solista de la banda, pero tuve la oportunidad de llamar a filas a Dani Marfil (solista y voz de Toxic Womb), amigo con quien años atrás intercambiaba acordes y compañero fundador de MA-50’s, dedicándome desde entonces a la voz y guitarra acústica y cambiando el nombre por el de RIC ARLANDI & THE MAD MEN TRÍO.
P – ¿Existe evidencia sonora de esa época?
R – Grabamos por aquel tiempo una maqueta en cinta de casette con un cuatro pistas de los de entonces. Cintas aquellas que por más que buscas en los cajones de casa jamás aparece y donde el arrojo juvenil y el sonido casero quedaban tan bien impregnados que tras escucharla daban ganas de salir a la calle con la navaja a buscar camorra como un insensato pandillero adolescente. Lo volví a oír hace unos seis o siete años, y volvió a desaparecer… creo que es lo mejor que he hecho en mi vida hasta el nuevo trabajo que está en puertas…
P – Fue con Mad Men Trío cuando tomas el nombre de Ric.
R – Miguel Ángel Serrano (Mike Hillman & the Latin Hillbillies) además de asesorarnos con la producción de la maqueta me bautizó como Ric, porque completaba el exotismo latino al juntarse con mi apellido…
A la vuelta del servicio militar nos volvemos a reunir, y con un pequeño cambio de estilo empezamos a hacer rock & roll algo más de principio de los 60’s, más desgarrado. Ese año teloneamos en la nosecuantas edición de la Rockin’ Race Jamboree a los Jets con el nombre de ROCKIN’ SENATOR & DESPERATE, después la vida me apartó de los escenarios y nacieron Toxic Womb, mire usted, no hay mal que por bien no venga.
P – Pero no acaba ahí la historia de Ric.
R – Pasaron los años y me quité antes de fumar que de cantar. Así que como el mono no se me pasaba y el destino hizo que mi amigo Antonio «Smaily» (Beerbellys) empezara a tocar el contrabajo, se alinearon los astros y, junto a mi hermano musical Dani Marfil, montamos HIP SHAKIN TRÍO, un combo acústico con el que tocamos dos años seguidos en las prefiestas de la Rockin Race Jamboree, apareciendo en presentaciones literarias sobre Elvis Presley y en algún recopilatorio del Hispanic Stomp. Creo que se hace una mínima referencia en algún libro dedicado a los Rockers españoles. Paco Maese sustituyó al poco tiempo a Antonio. Nuevamente el mundo se confabula para apartarme de los escenarios, pero en esa ausencia Miguel Ángel Serrano me sustituyó en una mini gira por Inglaterra.
P – Pero afortunadamente el rock & roll te trajo de vuelta.
R – La ausencia no fue muy prolongada y si con WILD SHOTS y RIC ARLANDI’S Combo no hay mucho que contar, musicalmente hablando, lo que vino después forma parte de la historia reciente
donde RIC’ & THE ROCKS entró con más o menos ruido en el High Class Rockabilly, de la mano de Sleazy Records, con el LP «Let it burn» y otro previo autoeditado como homenaje a Johnny y Dorsey Burnette llamado «The Johnny Burnette Tribute». Edición única que se agotó en las dos primeras semanas.
Empezamos a pisar los escenarios más importantes de la escena rockin’ española e hicimos la demoledora gira por Alemania, a la que bautizamos la «Jagermeister tour» (no daré pistas de por qué se llamó así…). Tras tres años, subiendo y bajando, pero sobre todo subiendo, la banda cesa su actividad.
P – ¿Cómo surge esta nueva apuesta que te trae hasta aquí?
R – De nuevo se alinean los astros, gracias a la profunda amistad que me une a Antonio «Smaily» y tras habernos reunido unas cuantas veces para hacer unos arreglos en sus composiciones, pensamos que había llegado el momento de entregarnos a la causa del rockabilly con nuestra propia perspectiva. Uniendo nuestros años de experiencia y nuestra afición por las bebidas espirituosas y añadiendo a la fórmula la erudita, indiscutible y legendaria guitarra de uno de mis héroes musicales y amigo Carlos Jiménez (Mike Hillman & the Latin Hillbillies) y el salvaje recuerdo rítmico de otro amigo de la infancia (Don) «Pedri» Miranda montamos RIC & THE DUKES… que empieza con grandes y numerosos proyectos cargados de trabajo, actitud, estudio, corazón y Rock & Roll, muchísimo Rock & Roll.
P – Ahora tienes que contestar unos formularios ¿estás listo?
R – Adelante
Intérprete/banda favorita:
Johnny Burnette. Una vez me preguntaron por qué Johnny Burnette mola tanto, y esto fue lo que le contesté… Es tan fácil como preguntar por qué nos gusta el sexo, las albóndigas con salsa de almendras, ganar una pelea o ser la más guapa y popular del insti… Son instintos primarios. Johnny y su puñetero hermano eran unos pedazos de animales que haciendo paráfrasis de Hank Williams, se había hartado de oler mierda de burro, habían vivido a puñetazos toda su vida. Testosterona en estado puro, salvajismo y rebeldía juvenil sin sentido, a granel y por la puta cara. El macho se queda en los 15 y de ahí salta a los 35. Pero el salto no es muy grande, hasta que cae en los 65. Aún así sigue siendo un adolescente ¡y esto es científico! ¿Qué quiero decir? Para que me entiendas, Johnny Burnette es como un buen motor en un buen bastidor, nunca dejarás de sacarle partido y disfrutar con él. ¿Por qué? ¿Cómo lo consiguió? era un intérprete abrumador porque conseguía trasladar esa ira juvenil, esas ansias y ganas de arrasar a cada sílaba que cantaba. Incluso cuando cantaba al amor lo hacía como si en vez de «promesas de amor» hiciera «amenazas de amor». No es «tren mantente rodando toda la noche…», es «con el cha-cha-chá del tren te voy a dejar el cárter para revisión, chata, quieras o no» ¿Quién iba a decir con más conocimiento de causa aquello de «when they get drunk, they fight all night…»?
Por otra parte viene el talento musical, supongo que la perseverancia, el hambre y el buen gusto musical tenían algo que ver, pero también y sin duda la moda y el A-TEAM (tema para otro momento).
Antes los éxitos eran éxitos por su calidad, o al menos casi siempre. Convertir «All by myself» en lo que se convirtió… estaba de cajón en manos de los Burnette. En cuanto a temas propios me inclino por dos cosas, una era el buen gusto y cultura musical que tenían y otra (esto es una apreciación personal y muy discutible) es que fueron los padres del rock moderno. Véanse las evoluciones de canciones como «Belive what you say«, «I got a feeling», «It’s late»…
En definitiva, Johnny y Dorsey Burnette molan tanto porque te activan los instintos, te desinhibe y además tienen una calidad instrumental que ha transcendido a la historia de la música del mundo, junto a sus interpretaciones. O algo así…
Un disco:
Link Wray. The Swang Singles Collection. Es un disco recopilatorio de 2004, pero recoge lo que considero lo mejor de la esencia de Link. Tiene temazos y revisiones como por ejemplo «Good rockin’ tonite» que me aventuraría a decir que es incluso mejor que la de Elvis, por su paranoia constante y desesperada interpretación. Instrumentales hipnóticos, stroll, surf, rock and roll y mucho macarreo bien interpretado.
Con Wray se me abrió una nueva perspectiva en la música y con su descubrimiento un nuevo ciclo en la forma de entenderla. Además Link tiene ese aura sonoro, esa reverberancia que te hace «ver» la música, el ambiente, las sensaciones. Te envuelve. Cosas que a la edad que tenía cuando lo descubrí, han quedado impresas en mí para el resto de mis días. Realmente no es que sea mejor o peor que otros tantos millones de maravillas que rulan por ahí, pero forma parte importante de la banda sonora de mi vida.
Una película:
Forest Gump. Soy un tío que busca la sencillez y cuando quiere ver una película desea abandonar su cuerpo por hora y media y meterse en la piel de aventureros y vivir la ciencia ficción sin llegar al frikismo. Los malos ratos y los calentamientos de cabeza los dejo para el día a día, pero esta película rompe el molde de las tragedias y aventuras.
Es posiblemente la película más esperanzadora que se ha hecho. Da la razón al tiempo, te hace ver lo bonito que tiene vivir cada día de tu vida como si fuera un nuevo comienzo. Te recarga de energía.
Un libro:
El Quijote, sin duda. Me he leído todo lo que he podido encontrar de Shakespeare y de Cervantes, luego de eso ya nada más importa…
Not worth a shit:
– Los estúpidos plastiquitos separadores de las lonchas del jamón serrano ¡Estúpidos, estúpidos!
– La gente sin sentido del humor o cuyo humor es fácil y absurdo o vulgar. Me gustan los payasos, no los idiotas.
– Las modas. Ni siquiera en esto del rockabilly. Una persona a la que tuve el gusto de conocer a través de la música, Kikebilly, dice: «La moda es el gusto de los que no tienen gusto». Pues eso.
– Los desgraciados que aparcan ocupando dos sitios…
– Negociar mi sonido con los técnicos de sonido. Son dos extremos, los colaboradores son oro molido, da gusto, pero los otros son una pesadilla y te joden un concierto y con el concierto jodido te quedas.
– El calibre 22, apenas tiene poder de parada… Bah, una porquería.
– Hippies use backdoor
Cool things!:
– El amor en su expresión física.
– Los animalitos como las vaquitas, los cerditos, los corderitos, los pollitos… y todo a ser posible a la barbacoa, que es un acto muy social y nutritivo.
– El café con leche pero a lo bestia. Imprescindible por las mañanas.
– Las vistas panorámicas desde arriba; las luces de la ciudad mezcladas con el mar, la montaña, los escotes…
– Hank Williams, lo siento, no es «obviable».
– Las personas honestas y leales a cualquier precio. Que entrarían en el grupo del Big Foot, el Yeti, Gargantúa o el Megalodón.
– Dejando lo mejor para el final: mi mujer. No podría describir ni un motivo sin que sufriera usted un coma diabético o un ataque de pánico. O ambos a la vez.
Dejamos que Ric suba al escenario para empezar el espectáculo, no sin antes pedirle que deje sobre la mesa toda la música que lleve en sus bolsillos…
Plus:
Extra!
Sixteen Tons Of Rockin’ Rhythm – Hip Shakin’ Trio
Shot A Lot Of Lovin’ – Mike Hillman & the Latin Hillbillies
Ric Arlandi, actitud, corazón y muchísimo Rock & Roll.
Lo podréis ver en directo el próximo 1 de agosto en la sala King Creole de Estepona
Muy interesante este primer Desk Lamp chicos. Quiero más!! 😉
Me ha encantado, muy interesante toda. Pedazo de entrevistador el señor Miquelo
Una gran entrevista a un magnífico músico y mejor amigo y un absoluto honor ser citado este humilde servidor en dicha entrevista
Que gran artículo amigo!